Estoy sucumbiendo a lo que estoy sintiendo en estos momentos, las cosas no se ven muy positivas y no quiero estallar... hoy mi madre me dice desahogate conmigo, pero como puedo, si es ella quien lo hace conmigo todo el tiempo y tratamos de llegar a alguna solución y más ahora que no hay nada, absolutamente nada cierto, por ende la solución de los problemas se ven distantes...
Me siento fuera de lugar, algunas veces, tanta mala onda, no logro entenderla y duele cuando por más de hacer bien las cosas, estas te golpean nuevamente y duele cada vez más...
Toda esta semana he estado con mis amigas y mi amigo, pero por más que me entregan su apoyo, me hace falta cariño, el no sentirme tan sola, un abrazo de oso, el hecho de la compañía, la palabra dulce o simplemente que entienda lo que estoy hablando, porque saben como son las cosas... creo que si mi madre me abrazará estallaría en llanto y no puedo, porque ella esta llegando a su límite, a pesar de toda su mentalidad positiva y por mi parte, estoy en las mismas...
Definitivamente quiero hacer las cosas bien, dentro de todo mi anhelo de cariño, no puedo sucumbir a las personas que no solo me entregan su amistad, sino más allá... ayer en la noche pensaba... ni siquiera lo lindas que eran, calmaron mi intranquilidad, sino que de cierta forma crearon un nuevo problema en mi cabeza y no es porque sienta algo, sino que siento que he perdido un amigo... y por otro lado, la llamada que más había esperado en estos días, fue decepcionante, si tan solo hubiera escuchado un "te llame porque quería saber de ti" o algo por el estilo, creo que algo positivo hubiera sentido...
No sé cuando esto se detendrá, cuando diremos en mi casa, por fin estamos bien, pero hay situaciones en que ni siquiera con todas mis ganas de que cambien, podrán hacerlo... estoy cansadisima, triste y con mucha rabia... a veces mi madre tiene razón, a lo mejor hubiera sido mejor habernos quedado las dos solas, a lo mejor viviría en otro país y a lo mejor no tendríamos todos estos problemas, ni los malos ratos que ahora tenemos... pero sin infelicidad, ni sufrimiento, la vida no vale lo mismo... hay que atesorar los momentos de felicidad y disfrutarlos... aunque ahora sean realmente escasos...
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