· Maldito ·

No me hagas que me gustes, por favor!

Todo fue tan diferente el fin de semana pasado, todo fue tan suave, tan intenso, tan cálido, tan desinhibido, tan distinto...

Estaba tan nerviosa, mi corazón palpitaba a mil, pero solo atine a sonreír y conversar, hable cosas que no muchos saben y me reía, te miraba y me sonrojaba, hace cuanto tiempo que no me sonrojaba, con solo mirar a alguien...

Me encanto que alguien fuera tan preocupado, pero por sobre todo lo cotidiano, lo sutil de la situación, todo fue perfecto, hasta la espontaneidad del momento...

Pero lejos lo mejor, fue la calidez de cada abrazo, era enorme, sentía que me hacia tan pero tan pequeña y la suavidad de cada caricia, la sutileza de cada beso, la indiferencia y la frialdad de cada silencio, sin cursilerías, salvo por algunas que nos hacían reír, la sinceridad en todo momento... la desnudez completa y la poca vergüenza...

No puedo decirte que me gustas del liceo y que me encanto pasar contigo la noche y que me hacías sonreír con tu silencio y cada vez que me mirabas, y ahora me hiciste sonrojar con dos simples frases... simplemente no puedo, porque si te lo digo, las cosas cambiarían, yo cambiaría...

Sinceramente, me encanta sentirme así, me siento viva, que tengo sentimientos, que duele, que me hace feliz, que me hace sonreír, que me da ánimos... que quiero verlo y estar con él, aunque a veces no quiera... que no quisiera que supiera como me siento, pero al mismo tiempo tengo ganas de gritárselo, que si le pincho el celular, me llamará y yo me sentiré feliz o si le mando un sms de muchos caracteres, él me responderá una o solo dos lineas... maldito, estas arruinando mi plan de vida, te maldigo por hacerme sonreír todo el tiempo y que no lo sepas